Una alegre multitud acogió la Imagen Peregrina de Fátima a su llegada a la norteña ciudad de Matagalpa y la acompañó hasta la Catedral, donde en la noche se celebraría la Vigilia de Pentecostés.
Al frente del recibimiento se encontraba el P. Ulises Díaz, Vicario de la Catedral, quien había convocado a todos para dar la bienvenida a Nuestra Madre.
Los cantos, alabanzas, cohetes y oraciones no dejaron de escucharse en todo el recorrido.
Las calles se encontraban engalanadas con guirnaldas luciendo los colores vaticanos y en incontables hogares las familias habían colocado bellos altares.
La nave central del templo se mostró insuficiente para albergar a todos los que querían aproximarse de la ilustre visitante.
Después de coronada, fue entronizada en un bello altar, ladeada de respetuosos ángeles, y encumbrada por una paloma, figura del Divino Espíritu Santo.
El propio Domingo de Pentecostés, la Eucaristía fue presidida por Mons. Jorge Solórzano, Obispo Diocesano de Matagalpa, quien administró el sacramento de la Confirmación a más de 60 personas, y al final de la misma hizo entrega de nueve Oratorios que recorrerán los hogares de la parroquia.
Fueron dos días llenos de María, quien intercedió por todos ante su Divino Esposo, el Espíritu Santo.
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